viernes, 19 de noviembre de 2010

Teoría musical-cosmogónica

Introducción
Nebulosa Mariposa (NGC6302)


La música ambiental y tribal van demasiado ligadas, en cuanto a referencia. Mientras la música ambiental de Steve Roach nos lleva a estos mundos cósmico-espaciales, etéreos o hasta melancólicos, entre otros, la música tribal, por otro lado, pongamos de ejemplo la australiana, nos traslada a una época primitiva, a un lugar de seres primigenios, de carencia de espacio y tiempo, como se tiene en la noción más general de estos dos conceptos, y armonía cósmica.


No encuentro diferencias en tales músicas, de acuerdo, como dije con anterioridad, a su referencia o motivo "esencial", su propósito. Éste es, para mí, el reencontrarse con uno mismo, con el sujeto cósmico que yace en cada persona; la música ambiental y tribal nos permite hacer remembranza de lo que hemos sido, somos, queramos o no; es la música ambiental y tribal la conexión al Cosmos que, ni está ni abajo, fuera o dentro, más bien, se encuentra en sí mismo; y en sí somos lo que él mismo es. Esta música es el puente viable a dimensiones mayores del microcosmos, de nosotros mismos. Nos permite reexperimentar lo que olvidamos por inconscientes.

El cosmos, desde mi punto de vista, inicia con la música, ¿acaso las cosas que percibimos no tienen vida? Pues, incluso las que algunos creen no la tienen, se equivocan enormemente. Los átomos constituyen hasta al objeto más particular que tengamos en mente. A su vez, éstos poseen electrones, un núcleo conformado de protones y neutrones, los cuales, sin temor al error, puedo asegurar, tienen una vibración perpetua, ¿no es el sonido causado a base de pura vibración? El sonido lo tomamos, como tal, cuando es perceptible a nuestro -pobre- oído, pero a veces, podemos crear sonidos, independientemente de las vibraciones perceptibles a nuestro cuestionables sentidos. Entonces, se encuentra en otro nivel vibratorio, imperceptible al oído humano, pero lo suficientemente alto para que la mente pueda interpretarlo. Son los átomos, pues, cajas de música diminutas, y la combinación de éstas puede crear las más inigualables músicas. Por tanto, el origen cosmogónico de todo -lo existente- es el sonido y, si lo ven como yo, la música en sí.

No fue, como dije en posts anteriores, el Cosmos quien dio origen a las vibraciones, así al sonido y, por consecuente, a la música. Fueron esas vibraciones, sonidos y música las que dieron lugar al Cosmos.

Seguiré complementando el post. Paciencia.

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